El Borde

Mil metros, un segundo si vas sobre un cometa a través del espacio infinito, depende del punto de vista. Claro, lo eterno se vuelve relativo, y cada minuto puede cambiar la percepción de un solo segundo cuando se está en las circunstancias singulares….o volverse eterno. Sencillamente mil metros decayendo rápidamente como granos de arena en un reloj cuyo tiempo está por agotarse; si tan solo pudiera recordar en que momento pasé la barrera del sonido donde el silbido del viento se ha vuelto ensordecedor… lo único que resta es cerrar los ojos y esperar a que todo termine pronto. Ojala hubiera sabido comprender en que momento el filo de la realidad torció el devenir natural de las cosas. Y después de contemplar la bóveda terrestre en su curvatura perfecta, con sus tonos azul turquesa, y el infinito mas arriba, con cada metro todo se desvanece, concibiendo que me resigne en el inevitable desenlace de las cosas. Que todo termine pronto. Mil metros, novecientos metros…. Quinientos metros, solo un poco mas. La vida, la realidad, la percepción, ¿en que punto se quiebran?, ¿en que punto el cielo azul turquesa con su belleza inimaginable, se aleja para volverse un pálido azul que se pierde en la distancia?.. lo olvidaba, ya solo faltan cuatrocientos metros. Quisiera volver al borde mismo, donde se puede contemplar al día y la noche al mismo tiempo, donde el infinito y lo finito se confunden en los sueños que nunca hemos de tener, talvez, no sentiría el peso de la corta distancia que me queda. Mi cuerpo ha quedado completamente seco, inerte, absorbido fuera de la natural humedad de la que he sido parte; y como títere del destino, no hay nada que pueda hacer ahora. Hace ya unos minutos que he agotado mi resistencia, y en lugar de luchar contra una fuerza fuera de mi alcance, me he rendido completamente. 200 metros…. Ya puedo apreciar la sombra de mi cuerpo sobre una superficie visible, creciendo, agrandándose con cada segundo que transcurre. La velocidad es increíble, por fin soy libre; por primera vez me ha sido posible apreciar la inmensidad como un todo, que belleza, el sol en el ocaso, las estrellas como polvo, el mundo a mi alrededor y mis pensamientos en silencio. Soy parte del viento ahora, pronto solo habrá silencio y calma. Cien metros, mil metros, ya no puedo distinguir uno del otro, ya no tiene importancia, el tiempo se ha detenido. Diez, nueve, ocho…. metros y aun no puedo comprender como yo, una ballena de 30 toneladas, comenzó una caída libre minutos atrás. El ultimo met….