lunes, 3 de enero de 2011

El Futuro del Hombre

Se ha hablado sobre el fin del mundo desde tiempos inmemoriales, pasados remotos que se extienden por siglos hasta casi el inicio de la civilización moderna de la raza humana. Guerras, pobreza, hambre, pestes, crisis que han desmoronado imperios cuyo legado ha quedado grabado en los libros de historia, para recordarnos lo que hemos de impedir, para obligarnos a mirar en retrospectiva el cauce de nuestro destino. Civilizaciones enteras han sucumbido ante las crisis, invasiones de imperios poderosos, desastres naturales y hasta intervenciones divinas según algunos creyentes, todas pronosticando el fin de los tiempos, el inevitable apocalipsis que, se dice, traerá la destrucción no de un imperio, si no de la vida entera del planeta.

Todas estas manifestaciones del más puro miedo primitivo, su origen se encuentra a menudo en la misma naturaleza del hombre, el cual tiende a sentirse especial y parte de algo mayor: imaginar que es su presente el que definirá el futuro de la humanidad, lo que es parcialmente cierto pero en el pasado esto aplicaba en grado mucho menor, mas localizado digamos. Sin embargo, esta sensación no ha sido algo tan real y tangible en el pasado como lo es hoy, pero antes de dar mi punto de vista, un pequeño pre-ambulo:

Como he mencionado con anterioridad, si juntamos todos los avances científicos de toda la historia conocida del hombre, no se comparan con los que hemos tenido en los últimos 50 años. Es increíble la capacidad de procesamiento que tenemos en nuestras computadoras de mano, que es mucho mayor que una súper computadora de hace 30 años, o menos. La información se encuentra al alcance de un par de clics y cada 18 meses según la Ley de Moore, ésta capacidad de procesar información se duplicará en velocidad. Ya se están comenzando a desarrollar los primeros procesadores de grafeno los cuales permitirán tener computadoras de velocidades hasta ahora imposibles. En algunos años tendremos las primeras computadoras cuánticas, que trabajaran en base al grado de inclinación y frecuencia de vibración de electrones individuales para determinar el valor del bit (el cual ya no será bit, si no un nuevo término que defina el estado del electrón mas allá de 1 y 0) y aproximadamente en 40- 50 años tendremos la capacidad de generar inteligencia artificial que pueda pasar el Test de Turing (una prueba con una serie de preguntas que se le hacen a una I.A. donde el aplicador es incapaz de distinguir si quien da la respuesta es una persona o un ente dotado de inteligencia artificial).

Desafortunadamente, por primera vez en la historia también tenemos la capacidad real y tangible de destruirnos en masa, literalmente. El arsenal nuclear del mundo ha llegado a la grandiosa cantidad de más de 20,000 armas de destrucción masiva (sabemos lo que una es capaz de hacer). Es ésta generación, la nuestra, la que por primera vez en la historia del planeta, tiene la capacidad de definir el futuro real del hombre sobre la tierra. Es hoy cuando la voluntad política, nuestra madurez como sociedad y las decisiones de nuestros gobiernos entre muchos otros factores, van a sentar inexorablemente el destino final de la humanidad determinando si seremos capaces de pasar la barrera del uranio.

La barrera del uranio, es un punto culminante de toda civilización tipo 0 que se encuentra en vías de expansión tecnológica. Toda inteligencia en el universo que evolucione hasta desarrollar una civilización, tarde o temprano descubrirá la energía nuclear. Se dice “Barrera” al ser un tope en el desarrollo, que solo será superado cuando dicha civilización haya logrado pasar a un estado de madurez más allá del “adolecente” el cual es inconsciente, impulsivo y autodestructivo. Como raza en éste planeta, aun somos adolecentes egoístas y autodestructivos, explotando los recursos naturales del planeta sin pensar en el futuro y anteponiendo los intereses nacionales (¿personales?) al bien común. De sortear la Barrera del Uranio, habremos dado un gran paso evolutivo, y de madurez como sociedad, que nos permitirá unificar al mundo en un gobierno común, una sociedad de humanos sin nación, sino como simples habitantes del único planeta en el universo, del cual se sabe, tiene vida. Y sin lugar a dudas, es ésta generación de seres humanos sobre la tierra, NUESTRA generación la que definirá el último futuro del hombre en el universo.

domingo, 2 de enero de 2011

¿Y si somos los primeros?

Hace tiempo escribí sobre la posibilidad de vida extraterrestre que pudiera, o no, estarnos visitando en la tierra. Ahí expuse mis teorías que explicaban como llegué a la conclusión de que es muy poco probable que así sea, aunque deseaba profundamente estar equivocado.

Recientemente me he topado con lecturas muy interesantes con teorías con bases científicas que explican el porque aun no nos hemos topado con evidencia irrefutable de vida extraterrestre inteligente. Es increíble soñar con las posibilidades existentes allá arriba, con miles de millones de años luz en un universo que se expande mas rápido que la velocidad de la luz (sí, nada puede viajar mas rápido que la luz, pero el espacio en si mismo si puede expandirse mas rápido que la luz), siendo éste universo solo uno de una posibilidad infinita de universos que nacen en un bigbang nuevo a cada instante, como burbujas de jabón, sobre un mar infinito de energía eterno del cual se crean y destruyen múltiples realidades.

Pero regresando al punto, aquí enumero las distintas explicaciones del porque aun no hemos visto evidencia de vida inteligente en otros mundos:

Distancias. El universo es increíblemente basto. Nuestro sol tiene aproximadamente 8 billones de años, poco menos de 2/3 la vida conocida del universo, y la tierra unos 5 billones de años desde su formación. Los humanos en el planeta tenemos en nuestro estado evolutivo actual poco menos de medio millón de años, eso es 0.0000000001 la vida de la tierra. O para que se den una mejor idea, si la vida de la tierra fuera un año, nosotros llevamos aquí 1.15 segundos. Aun así, los avances tecnológicos de los últimos 50 años han sido mayores que todo el avance científico de la humanidad en toda su historia anterior junta. En otras palabras, tuvieron que pasar prácticamente 5mil millones de años para que una raza lo suficientemente inteligente pudiera evolucionar en un planeta y aun así, solo lleva 50 años transmitiendo señales de vida (ondas de radio) al espacio, las cuales apenas han recorrido 50 años luz de distancia, esto es unas cuantas estrellitas vecinas de nuestro sol (es como la caída de un grano de sal en nuestra mesa, y esperar que sea escuchado en Urano, ignorando el hecho de que el sonido necesita aire para ser transmitido). Lo mismo puede estar pasando en otros lugares del universo. La evolución toma tanto tiempo, y las distancias son tan largas, que aunque existan seres en otros lugares, va a pasar mucho tiempo antes de que siquiera comencemos a notar, los unos con los otros, que aquí estamos.

Barrera la Uranio. Seré mas profundo en éste tema en otro post, basta con decir por ahora, que toda civilización en constante avance tecnológico, tarde o temprano se topará con el descubrimiento de la energía nuclear, y su capacidad para producir grandes cantidades de energía la cual puede, iluminar una ciudad, o como es bien sabido en nuestra historia, destruirla en segundos. El cruce de ésta barrera es crucial, y se refiere a la capacidad de no auto-destruirse en el proceso de su descubrimiento. La teoría dice que es posible que muchas civilizaciones hayan evolucionado antes que la nuestra, sin embargo no pudieron sortear ésta barrera y se auto-destruyeron en guerras/conflictos/accidentes nucleares antes de poder dar señales de vida fuera de su planeta.

Evolución. Tal como menciona el Dr. Kaku, cuando nosotros como personas nos topamos con vida inferior, como una colonia de hormigas, nuestra primer reacción no es la de pedirle a la hormiga que nos lleve con su líder ni ofrecernos a compartir nuestra avanzada tecnología para el beneficio de la colonia. Lo mas seguro es que ignoremos el hormiguero sin que sus habitantes noten siquiera que estamos ahí, o quizá, hasta pisemos a algunas de ellas. Lo mismo puede estar ocurriendo con formas de vida avanzadas existentes allá afuera, somos tan insignificantes y atrasados que simplemente nos ignoran pasando completamente desapercibidos.

Sin embargo yo tengo otra teoría, ¿y si realmente fuéramos los primeros? Puede sonar muy egocentrista o demasiado tendencioso; pero alguien en algún momento tiene que ser el primero en algo. ¿En este caso podría caber la posibilidad de que somos la primer raza inteligente en evolucionar en éste universo? ¿Será acaso que no hay señales de vida afuera porque realmente no la hay? De ser así, tras pasar la barrera del uranio seriamos la primer raza en comenzar a colonizar el espacio exterior y en descubrir los misterios inimaginables que aguardan afuera, un lugar hostil y maravilloso repleto de las cosas mas peculiares e increíbles jamas creadas.

Nos esperaría (o espera) todo un universo por descubrir, y me gustaría empezar éste 2011 pensando en todo lo que nos aguarda.