jueves, 31 de enero de 2008

¿La vida es un CAOS o Mi vida es un Caos?

Me es realmente asombroso imaginar y pensar en el entretejido cósmico que subyace en la aparente cotidianidad de la vida, y darse cuenta que cada momento de cada día, de cada vida, en todo segundo no es, si no el resultado de un entramado caótico de acciones - consecuencias, la mayoría de las veces completamente fuera de nuestro control que han confabulado en secreto para llevarnos justo al preciso instante en el que nos encontramos en todo momento. Si pudiéramos ver de alguna manera cuales fueron esos sucesos que nos llevaron al “ahorita”, lo que tendríamos ante nuestros ojos serian vínculos que crecen exponencialmente hacia el pasado y al futuro, cada uno de ellos dependiente a su vez de una cantidad de sucesos que tuvieron que ocurrir para que los sucesos originales tuvieran lugar, y ellos a su vez originados por otros y así periódicamente hasta el principio del tiempo mismo.

Lo que me lleva a reflexionar, ¿realmente que control tenemos sobre nuestras vidas?. ¿Hasta qué punto somos dueños de nuestras acciones?. ¿Viviremos acaso bajo una ilusión compartida que nos da la falsa sensación de seguridad creyendo que el que-hacer del día a día es el resultado de acciones consientes de nuestra mente?, y no el desenlace instantáneo del entramado cósmico que ha maniobrado para ponernos en cada instante, en ESTE instante?.

Por ejemplo: podría tener la firme convicción de que mi trabajo es el ideal y me encuentro aquí por decisión propia. ¿Pero es así? ¿Realmente es así?. A simple vista, sin complicarnos demasiado podría parecer que sí, pero pensemos en los sucesos que nos llevaron al punto actual, y eso, mencionando únicamente los que podemos conocer o imaginar de alguna manera, sin hacer a un lado el hecho de que por cada suceso que conocemos, existe un numero indeterminado que desconocemos.

Establezcamos para un acontecimiento hipotético, 5 premisas imaginarias que hilaré después de describir cada una.

Premisa 1: Un individuo sale ebrio de un bar, en su camino atropella a una persona que iba cruzando. Éste es muerto.

Premisa 2: Una ejecutiva de cuenta, llama a una oficina donde contesta un hombre de unos 40 años. Le agrada la voz de la ejecutiva y hablan más de la cuenta.

Premisa 3: Hubo demasiado viento lo que provocó una configuración especial de las nubes, y durante el atardecer los colores pintaron un hermoso cielo, difícil de no apreciar.

Premisa 4: Un arquitecto compra un Diario (cosa que normalmente no hace), para ver la cartelera de cine. Llevaría a una vecina que le gustaba cuyo novio había plantado.

Premisa 5: Un lider sindical hace un llamado para una megamarcha para presionar a ciertos lideres politicos por razones economicas.

En el instante que murió la persona de la premisa uno, una joven madre de familia pasaba por el camino e imaginó un panorama horrible si algo similar le sucediera a su esposo; entonces decide hablar con él y pedirle un seguro de vida. Al día siguiente, recibe una llamada de la ejecutiva del banco para confirmar el seguro. Hablan por más tiempo del que usualmente se tomaría en una llamada similar, y sale más tarde de lo normal del trabajo. Suficientemente tarde para que una marcha bloqueara la arteria por donde diariamente conducía. Varado en medio de autos y manifestantes, no le queda de otra más que prender el aire acondicionado, poner música tranquila y relajarse en el asiento de su auto, entonces observa un hermoso atardecer en el ocaso, lo que le inspira a invertir en su Despacho de Arquitectos, nueva imagen, más personal, más recursos. Meses después el despacho es líder en su ramo y publica una oferta de trabajo en el periódico para ocupar un puesto importante. Un prometedor joven arquitecto por casualidad vio el anuncio mientras ojeaba cada página del periódico que sostenía para localizar la cartelera de cine. Decide ir y es contratado. Lleva un año, es su trabajo ideal y ahora está casado con la mujer de sus sueños, su vecina.

En este ejemplo hipotético estoy únicamente puntualizando los desenlaces de acontecimientos completamente desconocidos e imposibles de saber. Como las razones que llevaron al señor ebrio a conducir en ese estado, por esa arteria, en el mismo instante que cruzaba el señor atropellado que probablemente pasó por ahí porque se le antojó una golosina después de ver un anuncio de la misma, en los cortos de una película que pasaban por la TV que comenzó a ver porque un amigo le llamo para decirle que prenda el aparato en el canal indicado porque….. y… que decir la ejecutiva que había peleado con su novio, terminan y decide ser mas coqueta por el consejo de una amiga que leyó –Tips para conseguir pareja- de una revista que aprovechó comprar cuando se le agotó la gasolina y se detuvo a carga…. en fin. Podríamos ir hacia atrás exponencialmente con miles de acontecimientos que dieron lugar a otros que a su vez dieron lugar a otros, etc., etc., etc. Y solo imaginar lo que provocará que el muchacho trabaje en ese lugar. Construir en 20 años un fraccionamiento novedoso de viviendas que resuelvan el dilema de grandes costos para familias humildes? Y gracias a esto, hacer vecinos a dos familias que de otro modo nunca se hubieran conocido. Los hijos de los nuevos vecinos, se casan y tienen un hijo genio que descubre la cura para el cáncer???. Uf.

Solo fueron 5 premisas hipotéticas. En la vida real, cada situación es el resultado de un numero indeterminado de premisas, cada una con su propia historia.

Y la vida, todos los días, en cada instante, en cada segundo es realmente así, solo que vivimos desconociendo lo que hay detrás para llevarnos al lugar donde estamos. ¿No les angustia y asombra a la vez saber que no tenemos control absoluto sobre la vida y que las decisiones que tomamos, si es que nosotros somos los que las tomamos, realmente son forzadas para adaptarse a los sucesos actuales de los que tenemos un control completamente nulo? Luego entonces… ¿qué control (if any) podemos jactarnos de tener ante la vida?. ¿Somos acaso marionetas del destino?. ¿Cómo podríamos vivir tranquilamente si concientizamos que diariamente salimos a la calle para encontrarnos con situaciones que son el resultado de días, meses o años de estarse gestando de otros sucesos hijos, hijos de los hijos, hijos de los hijos de los hijos y así… de otras situaciones? Me asombra saber que diario estoy viviendo y presenciando lo que tal vez llevo años o siglos para llegar a ese mismo punto y yo estuve ahí para verlo. Enloqueceré (mas).

Ok, probablemente exagero al decir que me asombro. Realmente todo parece tan común que nunca pensamos en esto; excepto cuando suceden cosas fuera de lo normal, que realmente son el producto del mismo proceso, pero llaman más la atención cuando salen del promedio de lo que estamos acostumbrados a ver. Y el significado de la vida, tanto si tenemos o no control sobre lo que vivimos cotidianamente, tal vez radique en que al final tenemos opción sobre cómo reaccionar ante lo que se nos presente, lo que va formando nuestro carácter, nuestro ser, pensamientos, valores, ideales, para así, llegar a un punto en que realmente tengamos opción de decidir el devenir de nuestra propia vida. Y es esa misma experiencia la que nos dará la madurez de tomar las decisiones correctas ante las situaciones de las que carecemos de total control. Quiero pensar.

Me inspiró el escribir sobre esta idea el ver este camión de DHL que acababa de chocar por donde yo pasaba.
¿Cuántas personas no resultaran afectadas?. ¿Cuántos sucesos desconocidos ocurrirán por el retraso de la llegada de los paquetes?. Esto dará pie a que productos, precios, cotizaciones, regalos, pagos, facturas, documentos no lleguen en tiempo. Gente esperará, cambiará sus planes, sus tiempos, su rutina, originando así destinos insospechados afectando exponencialmente su mundo, su entorno. Si hubiera cambiado uno solo de los factores que confabularon para que ambos vehículos chocaran, muy probablemente la historia seria otra. Unos segundos antes, unos segundos después que cualquiera de los dos vehículos se hubiera atrasado o adelantado, lo cual no ocurrió (ya que colisionaron) fue producto, a su vez, de variables imposibles de cuantificar que lograron una sincronización perfecta para lograr el choque.


Otro de esos desenlaces es en sí mismo, que tu, quien quiera que seas, estés leyendo estas mismas líneas en este mismo instante. Probablemente éste sea el cambio mínimo necesario que dará lugar a acontecimientos que de otro modo no se hubieran suscitado. Y pronto los veremos, o tal vez no.

viernes, 18 de enero de 2008

Sick Sad World

Reflexiones de fin de semana

Tengo la costumbre de ir observando al mundo mientras manejo, voy en el camión, taxi o de pasajero en cualquier tipo de transporte, me agrada ver a la gente que va manejando en los autos contiguos. A veces les sonrío, y a veces me corresponden, aunque no la mayoría de las veces. Cada persona es un mundo diferente y me pregunto que historia habrá detrás de esos individuos con quien me topo azarosamente en mi día a día. Llantos, alegrías, amores y desamores, muerte, nacimientos, riqueza, pobreza. Somos nuestras experiencias y nuestra memoria; sin ellas no seriamos nadie pues vivimos, somos y nos comportamos con base en los paradigmas impresos y reforzados en el vivir diario desde el día en que nacimos.

Estrés, trabajo y las ocupaciones diarias a veces nos tienen tan ocupados que no nos detenemos a pensar en lo que se oculta detrás de los entes anónimos que constantemente nos rodean. Y me pregunto, cuál será la historia que rodea a las personas que a continuación pondré, de este mundo triste y enfermo que ha inyectado su veneno ponzoñoso en nuestras almas. El infierno si existe, y está aquí en la tierra, junto a ti en cada momento y en cada lugar, basta quitarnos la cortina que nos hemos auto impuesto y detenerse a observar.

Un par de niños de 3 y 7 años, se encontraban ahí sentados, solos en espera de su camión entre humo y suciedad.


Un señor ahí meditabundo, triste, acabado, probablemente después de haber utilizado el último centavo en un billete de lotería que nunca ganó, o tal vez simplemente ebrio llegará a golpeara su mujer.


Un Pepenador caminando con unos trozos de plástico. Recogía todo material reciclable que pudiera intercambiar por unos cuantos pesos para comprar un bolillo. Señores, si tienen latas de refresco o cerveza, no las tiren en la basura, bótenlas en la calle, así le darán de comer a alguien, ténganlo por seguro.


Y no se necesita ser pobre para vivir una experiencia de vida terrorífica, he aquí la prueba:


Efectivamente, no necesitas vivir en el “pecado” para ir al infierno dantesco de las religiones judeo-cristianas; este se encuentra aquí en la tierra.

Ah y tampoco se necesita vivir en la represión y azotarte para purgar tu alma para así ganar el cielo cada vez que uno despierta con una saludable erección matutina. El cielo también está aquí en la tierra, y tengo la prueba a continuación:


Buen fin de semana.

martes, 8 de enero de 2008

Cuando se posee la verdad absoluta – Parte 2

Me fastidia hablar de religión, sobre todo porque muchos parecen tener ideas muy firmes, no siempre acertadas, basadas en la fé antepuesta a la razón, y resulta en pérdida de tiempo intentar siquiera que consideren otro punto de vista. Me pregunto porque es asi? Será acaso que viven una vida tan frágil y su inseguridad los hace aferrarse irracionalmente a ideas pre-concebidas desde tiempos donde la gente creía que el mundo era plano y el centro del universo? No lo sé, pero hoy en día nos da risa el pensar como durante siglos la humanidad tenía ideas de este tipo, que si existía la brujería, el chamuco, dioses mitológicos, el fin del mundo al final del horizonte donde se caía el mar, etc. Tal vez de la misma manera, dentro de 1000 o 2000 años las personas se reirán de nosotros pensando que creíamos que la virginidad era la virtud mas grande, que existe el cielo y el infierno o que las transfusiones de sangre, la homosexualidad o la bigamia, condenaban nuestra alma. No somos muy diferentes que las personas de antes.

Cuando hablo de este tema, alguien sale ofendido. Pero ellos que se ofenden son los mismos que consideran impuro el sexo, impensable que la Virgen Maria no haya sido virgen o que aquel filosofo llamado Chucho jamás tuvo hermanos ni hijos. Digo, no sé si los tuvo o no, me vale madre; pero no me ofende ni me sorprendería que así haya sido.

Hablando de Chucho, tengo recuerdos que no me es muy grato recordar y no me enorgullece haber estado en la situación que a continuación platicaré (pero fue una experiencia interesante de analizar en su momento). Cuando estudiaba en la preparatoria, en el Instituto Pobre de México, había un grupo religioso llamado JHS “Jesus, hijo salvador” el cual se encargaba de encandilar a las mentes débiles para sus ritos diabólicos con la idea (inconsciente por supuesto) de compensar las carencias de sus miserables vidas, y su “líder”(cillo) era un tipo llamado Luis Masip Limon, maestro de formación, al cual se le tronaba la reversa bien gacho y le encantaba hacer sus reuniones espirituales en su oficina con puros muchachitos. Este tipo siempre nos tachaba de ser lo peor y tenía sueños de opio que enfatizaban un fanatismo enfermizo.

Como todo buen adolecente que era, que hace cualquier pendejada con tal de obtener el fruto prohibido (ese que no hay que comerse antes del recreo porque es pecado), entré al dichoso grupo únicamente para quedarme los viernes por la noche con la chava que me gustaba; que por cierto resulto ser una apretada (por algo se metió ella al grupo en primera instancia). Un día, se organizó un retiro para purgar las almas de nosotros los condenados, por supuesto los lame-huevos de los maestros estaban ahí en primera fila y todas las lacras (como yo), que únicamente fueron para ver si en una de esas noches de soledad le decían a una que otra compañera “ven te doy un abracito más de cerca, necesitas un consuelo”. Obviamente ésta niña iría, así que no perdí la oportunidad, me fui a mi casa, tomé mi maleta y les dije a mis jefes “ya me voy, nos vemos en 3 días”, “a dónde vas mijito?”, “a un retiro”, “ok, nada mas no llegues muy tardeee”. El plan era perfecto.

Ahora entiendo porque tantos compañeros iban. Señores padres de familia, cuidado y les den permiso a sus hijas de ir a un retiro espiritual; por supuesto que verán la luz, pero boca arriba. Los cuartos eran antros de perdición, botanas, cervezas, cigarros, revistas de playboy, que algunos compañeros lograron pasar de contrabando. Lo malo no fue eso, si no el ver la completa ambigüedad que reinaba a mis compañeros, que por un lado eran los “malos” y por el otro, minutos más tarde tras el sermón de Limon, se convertirían en “arrepentidos”. Incoherencia total.

Eran las 9 de la noche, de la nada nos mandan llamar a todos a una capilla con mediana luz, velas, unos tipos de cada lada de los pasillos con guitarras, un altar al fondo con un crucifijo que más bien por lo escabroso del Jesus sangrando, debería estar en la casita de los horrores, y a Limon, vestido de negro con mirada solmene y condenatoria, plantado de pie frente a nosotros en un aire de orgullo mientras nos observaba con lastima y desprecio, casi asco, cuales perros sarnosos que éramos. Comenzó con un sermón más o menos así: “SILENCIO… (todos bien asustados guardamos silencio), ustedes han ofendido a Dios con sus vidas llenas de libertinaje, falta de respeto a sus padres y profesores, llevando una vida superficial alejada de los designios divinos… blah blah”. Nunca tragué a ese señor pero muchas de las cosas que dijo si tenía cierta razón; muchos de los ahí presentes eran realmente unos hijitos de la chingada, a los cuales tampoco tragué jamás. El clímax llegó cuando se le zafó el ultimo tornillo y Limón en un ataque de furia comenzó a destrozar el lugar, tirando al suelo el altar, rompiendo en pedacitos las pancartas con la imagen de Chucho, y me parece que hasta tiró el crucifijo al tiempo que decía “siendo como son, es como si le hicieran esto a Jesus”, y bolas. Ahí desperté pensando que le giraría la cabeza como en la película del exorcista, pero eso no ocurrió, en su lugar apagaron todas las luces y los tipos de guitarra comenzaron a tocar y cantar música lava-cocos.

Grande fue mi sorpresa al comenzar a escuchar llantos y lamentos, gente pidiéndole perdón a Dios con lágrimas en los ojos y demás loquito dándose golpes de pecho en un frenesí religiosamente carnal. Pensé “que chingados estoy haciendo aquí, ni fumo, ni tomo (eso lo comencé años después), ni siquiera he arrimado el camarón y encima rodeado de puro loco”. Cuando por fin terminó la tortura, todos los pinche hipócritas (lo peor es que eran hipócritas consigo mismo), se comportaban como si fueran buenas gentes, amigos del alma y hasta se deshicieron del material que metieron de contrabando.

Dos semanas después, todos volvieron a ser unos hijitos de la chingada. Pero, ¿Por qué? ¿Por qué los humanos somos así? A qué viene esta experiencia? Principalmente que no tenemos criterio, y somos sumamente influenciables y manipulables; y no es necesario ser un adolecente para estar sujeto a este tipo de control mental. Lo preocupante aquí es que si nuestro “líder” espiritual dice que despertar con una saludable erección matutina es pecado, se vive todos los días con remordimiento, y no hay forma de hacerle entender a esa persona que es una tontería aferrarse a los principios, a veces absurdos, que predican. A veces pienso que la religión es un mal necesario, pero ese ya es tema de otro post.

Feliz inicio de año