sábado, 3 de noviembre de 2007

El significado de la vida

¿Alguna vez se han preguntado si la consciencia es una propiedad de la materia, o si, por el contrario, la materia es una propiedad de la consciencia?

¿Qué quiere decir esto? Si la consciencia fuera una propiedad de la materia, significa que la consciencia no puede existir sin la presencia de la materia, y que bajo cierta combinación de átomos de ciertos elementos (ya que la materia esta compuesta por átomos y partículas subatómicas), la consciencia es un fenómeno que se da tarde o temprano. Tal es el caso de nuestros cerebros, que son una mezcla de compuestos químicos complejos, es decir, una combinación especial de materia, la cual en si misma es una consciencia. ¿Será que ésta combinación dio origen a la consciencia que somos cada uno de nosotros?

Por el contrario, si la materia es una propiedad de la consciencia, entonces las cosas se vuelven interesantes, ya que nuestras “mentes” o consciencias, o cualquier tipo de consciencia, pueden existir independientemente de la existencia de la materia, y únicamente utilizamos ésta combinación especial de materia como amplificadores de nuestras mentes y lograr así manifestarnos a través de ella. Cuando la materia “muera”, o ya no esté presente o se haya transformado completamente, según la ley de conservación de la materia, nuestras mentes o consciencias seguirían existiendo ya que no dependen de la materia para esto.

¿Pero que es la consciencia? Uno puede programar un robot con un vasto repertorio de posibles respuestas, que vayan acordes a estímulos diferentes para armar complejos enunciados que nos haga creer que es inteligente, ya que para eso lo programamos, pero en realidad, el robot no esta consciente ni lleva dentro de sus circuitos imágenes mentales, ni pensamientos o sentimientos. El simplemente recibe una entrada de datos, procesa esos datos según reglas de programación especificas que hemos creado, y genera un resultado. ¿Porque nosotros sí tenemos imágenes mentales, pensamientos y sentimientos?. ¿Por qué no somos maquinas biológicas que únicamente procesan datos para dar una respuesta sin tener consciencia de lo que realmente esta pasando?. ¿Por qué somos conscientes, y de donde viene esa consciencia?

Materia Propiedad de la Consciencia

No es tan sencillo responder a todas estas preguntas, porque la consciencia no es como las demás propiedades que hay en la materia, como la masa, carga, estructura, mas bien es el resultado de una actividad cerebral demasiado compleja que implica una interacción que está mas allá de una neurona, un átomo o un electrón de nuestro cerebro. Mientras que la consciencia parece depender de la materia de nuestros cerebros, no es posible detectar en ellos nada inusual que nos de la respuesta del porque la consciencia esté atada a él. Si estamos de acuerdo que la consciencia está en el cerebro como “un todo”, ¿donde está?, ¿en una neurona?, ¿un átomo?, ¿un electrón?. Asumiendo que nada existe mas que la interacción entre partículas, de alguna manera, dentro de cada particula, existe “algo” que provee las bases para la consciencia. Puede que la actividad conciente para existir requiera de estructuras altamente complejas como nuestros cerebros, o talvez simplemente sea un fenómeno universal único el cual existe independientemente de nuestros cerebros. Las personas somos ejemplos de la organización de la consciencia en la materia. ¿Pero, existen otras formas en que la consciencia pueda existir?. ¿Existen otros tipos de organización de materia que permitan niveles de consciencia superiores al nuestro?

Pero vayamos al punto de vista mas interesante, donde de hecho, es la materia una propiedad de la consciencia. Si la consciencia es primaria, entonces la materia surgió de esta, pero como comenzó?...

El Origen...

El comienzo realmente esta fuera de nuestro entendimiento (al menos del mío). Es donde inicia el significado de la vida. He aquí una idea que no pretende parecerse al génesis, ni mucho menos tener tintes religiosos; mas bien explicar en un lenguaje accesible y metafórico como comenzó el principio (si es que hubo alguno) sin entrar en la física teórica o las complejas teorías de universos o realidades múltiples.

Antes del comienzo del tiempo, había una única consciencia. De hecho, puede haber habido un montón de otras cosas, pero en fin. Esa consciencia pensó y soñó una infinidad de pensamientos, sentimientos, paisajes, y mundos, una infinidad de creaciones posibles. Estas creaciones mentales pensaron sus propios pensamientos, y estos pensamientos secundarios también crearon sus propios mundos interiores. La consciencia original observó e interactuó con estos seres interiores mientras ellos interactuaban unos con otros, y esa consciencia original empezó a proporcionar los entornos requeridos para que sus creaciones crecieran y se desarrollaran. Todas las entidades dentro de la mente de la primera deseaban existir independientemente y crecer y crear como ellas habían sido creadas.

La primera consciencia, para permitir a su progenie completa libertad de expresión, empezó a imaginar las condiciones que se requerirían para librar a estos mundos interiores a la existencia objetiva. Cuando lo hizo, todo el espacio, el tiempo y la materia, incluyendo nuestro universo, explotaron a la existencia. Al nivel más alto, esta existencia física contiene un número infinito de dimensiones y entornos acordes con la infinita variedad de posibilidades que se habían formado en la mente de la consciencia original.

Este proceso continúa conforme la progenie de esa primera mente, crece y crea nuevos pensamientos y nuevos mundos. Somos el resultado de ese proceso, y nuestro propósito es últimamente el mismo: crecer, desarrollarnos y crear, para expresar todas las potencialidades dentro de nosotros mismos. Estamos todavía en contacto con la mente original porque estamos hechos de ella (que quede muy claro que no hablo de un Dios o similar), surgimos de ella, y porque el tiempo no tiene significado fuera del universo físico, nuestro pasado, presente y futuro existen juntos como una infinita variedad de posibilidades dentro de aquel momento mayor.

La Mecánica Cuántica y la Consciencia

Pero vamos a intentar verlo desde un punto de vista, con un fundamento científico; hablemos de la mecánica cuantica.

No podemos predecir lo que las partículas individuales van a hacer. No podemos ni siquiera saber exactamente dónde están y lo rápidas que van. Hay un límite absoluto y concreto para la cantidad de información que podemos tener sobre la materia; un limite que va mas allá de la velocidad de la luz, mas fuerte que el tiempo o el espacio, un limite absoluto.

O en otras palabras, las partículas son impredecibles. No tenemos manera de saber que harán. En cambio un montón de partículas juntas hacen mas fácil la predicción de a donde irán o que harán. Incluso si la predicción solo llegara al 50%, pudiendo así decir que en un momento dado un billón de partículas tienen un 51% de probabilidades de ir hacia un lado, y un 49% de ir hacia el otro lado, en cada momento. A niveles mas terrenales, sucede como en la psicohistoria o psicología social, no es posible determinar lo que un individuo hará, en cambio, sí es posible predecir como se desarrollará un sistema compuesto de miles de individuos.

Nuestros cerebros están compuestos de miles de partículas, y pareciera como si esto resolviese el problema, pero no.

Nuestros cerebros no siempre reaccionan a grandes montones de partículas. Nuestros cerebros, instrumentos delicados como son, son sensibles a la acción de partículas aisladas. Un electrón puede saltar más alto o más bajo, y este cambio puede ser magnificado a través de nuestro sistema nervioso y ocasionar una respuesta física completamente diferente. Solo con el advenimiento de la teoría del caos comenzamos a entender que “un cambio muy pequeño en un sistema complejo puede producir reacciones distintas muy grandes”. Nuestros cerebros actúan como esas partículas anarquistas, virtualmente, impredecibles.

Aquí viene el salto de fe. No existe prueba científica alguna de que la mente no-física determina que probable acción realizará una partícula en particular. De hecho, en términos científicos, la mente ni siquiera existe del todo, sin embargo, te estoy diciendo que es así como funcionan juntos el cerebro y la mente. Somos consciencias divagando en este inocuo universo, y usamos nuestros cerebros como amplificadores para la mente, convirtiendo pequeñas actividades de partículas subatómicas en reacciones físicas complejas.

La llegada de la mecánica cuantica apenas ha abierto un pequeño agujero en el conocimiento de la predicción de partículas aisladas. El principio de incertidumbre de Heisenberg dice que, no podemos conocer al mismo tiempo la posición y velocidad de una partícula en un tiempo dado.

Otra gran pieza faltante, aparte del problema de probabilidades de la posición de las partículas, es saber cuando se toman dichas decisiones cuanticas En mecánica cuantica dos partículas pueden estar al mismo tiempo en dos lugares diferentes según la posición del observador en otro mundo cuantico y es nuestra percepción consciente la que toma la decisión de que versión de la partícula ver, escogiendo así la apariencia de "nuestra" realidad., entonces, cada vez tomamos decisiones cuanticas en nuestras vidas cotidianas, sabemos que esa decisión, se ha tomado miles de veces en realidades alternas en infinidad de universos paralelos, algunos de los cuales se parecen mucho al nuestro y otros serán completamente diferentes. ¿Que factores ocultos que están fuera de la realidad física que podemos conocer toman entonces la decisión? ¿Qué quiero decir con todo esto?

Bueno ¿y ahora?

Que la realidad es una creación compartida de los seres humanos que habitamos este mundo, que cada uno de nosotros generamos nuestra propia realidad y nuestro propio mundo y no existe tal cosa como realidad o verdad absoluta que debamos seguir como regla de vida. Existen una infinidad de múltiples universos, cada uno ensayando diferentes decisiones e incluso operando con diferentes leyes físicas. Ninguna posibilidad se queda sin expresar. Cualquier cosa que escojas aquí es elegida de manera diferente por otro “TU” en otra parte. Pero esto no termina aquí, no son únicamente las personas las que se encargan de tomar la decisión . Cada elección de cada partícula (tanto si hay alguien mirándola como si no) es explorada en algún mundo alterno. Y en última instancia, es el poder de esas decisiones el que genera las sensaciones que experimentamos. Es nuestra mente la que escoge en qué realidad participará. De hecho, es nuestra mente, que está "oculta" de los instrumentos de la ciencia, la que lo determina todo sobre nuestras experiencias.

Tú creas tu propia realidad. No metafóricamente, no simbólicamente, sino en cada minuto de cada día, nosotros, junto con el resto del mundo, creamos el mundo. Obtienes aquello en lo que te concentras.

El Signficado de la Vida

Hay que aventarse al ruedo sin importar cuantas veces hallamos “fallado”. No importa si hemos dejado de creer en encontrarnos con nuestro destino particular. No hay que dejar ir las oportunidades que da la vida. Si vivimos cada instante como un único suceso en el universo en el que únicamente existe nuestra propia realidad y el mundo que hemos creado y por el que hemos luchado, iremos por buen camino. Se nos ha dado la libertad de crear la realidad que experimentamos porque se supone que vamos a aprender de ella.

La vida es una escuela. Estamos en un entorno protegido. Esta realidad es una metáfora de mayores realidades en las que eventualmente tomaremos parte por lo que hagamos aquí no tendrá consecuencias permanentes; somos humanos y cometemos errores, todo es parte de la vida y del aprendizaje. Las equivocaciones que cometemos en la vida, las cosas crueles e irreflexivas que hacemos, son realmente torpezas de niños. Nuestros errores no pesarán eternamente sobre nuestras almas, y no se ponen en tu expediente permanente. Su único propósito es enseñarte a mejorar.

Sentirse culpable no sirve de nada a menos que eso te impulse a corregir el error que hayas cometido y te recuerde no equivocarte otra vez en lo mismo en el futuro. Ésos son los únicos propósitos de la culpa. La culpa no debe usarse para regañarte a tí mismo inútilmente después de que hayas hecho todo lo que puedas para compensar tu acción. Recuerda, la gente a la que “hieres” eligió experimentar esa realidad, aunque normalmente no sea consciente de ese hecho.

Las fuerzas de la naturaleza alrededor de nosotros y dentro de nosotros son cosas vivas y conscientes. Debemos aprender de estas fuerzas. Debemos formar una alianza, una simbiosis. Tenemos que continuar intentando traer al mundo físico nuestra visión de la vida, pero debemos formar e implementar esa visión cooperativamente.

No podemos forzar nuevos patrones sobre las fuerzas naturales y psicológicas que nos han creado y nos dan nuestras vidas físicas y mentales. En lugar de eso, debemos entender los patrones ya en el interior del mundo y de nuestras mentes y trabajar dentro de ellos y construir sobre ellos. Debemos convertirnos en co-creadores de nuestro mundo. Es el único juego al que vale la pena jugar.

EL Significado de la vida no puede serte dado directamente. Tienes que experimentarlo directamente. No puedes depender ni de otros ni de un "sistema" para identificar la verdad. Tienes que conocer la sensación de la verdad para que puedas identificarla por ti mismo. Es frustrante, pero lo más que puedo hacer es darte pistas acerca de la apariencia del sentido y la verdad de manera que tú puedas reconocerlos. Si alguien te promete más, desvía el rumbo. Quieren que confíes en ellos en vez de confiar en tu propia naturaleza. Desvía el rumbo, esto es, a menos que ellos realmente conozcan la verdad y de hecho hayan encontrado una manera de comunicártela. ¿Hay gente así? No la hemos encontrado todavía, pero no descartamos la posibilidad.

Y ahora, si me disculpan... me terminarè mi ultimo trozo de hashis :)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente artículo. Lástima que no se concluya en nada (nada excepto tu hashis). Resulta dificil opinar en una materia tan complicada. Pero me encantó.