viernes, 2 de mayo de 2008

El Último Suspiro

Esta historia es la continuación de El ultimo cabello. Recomiendo leerla antes de involucrarse con la siguiente historia.


Acto 1

Su nombre era Lucia. Era curioso como desde pequeña, las fantasías sobre la profesión que tendría cuando creciera no encajaban con la de ama de casa, veterinaria, princesa, como el resto de los niños que jugaban a rescatar de lo alto de la torre a la damisela en peligro, en una batalla épica contra dragones y criaturas fantásticas, irguiendo una espada, cabalgando a toda velocidad usando palos de escoba. No, Lucia soñaba con ser doctora, portar su bata blanca y llevar a todos lados un expediente clínico en manos, mientras pensaba que su trabajo le daba la oportunidad a muchas personas de vivir, tal vez algún día podría hacer algo para salvar al mundo. Había crecido al lado de su padre, rodeada siempre de libros, herramientas y tubos de ensaye que utilizaba para preparar deliciosas bebidas a sus pacientes ficticios. Afortunadamente estos no se quejaban, así para ella, sus bebidas producto de una mezcla de agua, tierra, azúcar, y mercurio le parecían deliciosas. Lo único que le pedía su padre era que lavara y guardara bien a sus muñecos antes de irse a dormir y que por más suave y escurridizo que fuera el mercurio, jamás intentara metérselo en la boca, jamás lo hizo. Al despertar, daba un brinco de la cama y salía corriendo al horno de juguete. Después de repetidas experimentaciones con cambios en las proporciones de sus elementos, la formula estaba lista y tenía que probarla, pero sus pacientes eran demasiado inertes y callados y por mas que les preguntaba si había funcionado, la respuesta siempre era un silencio absoluto. Lucia recuerda muy bien ese día, cuando se pasó llorando toda la tarde en el jardín de su casa, sobre la tumba de un pequeño hámster, el cual había muerto de una severa intoxicación después de probar su formula en un ser viviente. Se prometió no dejar morir a ninguna criatura nunca más.

Y ahí estaba, parada frente a un monitor cuya fuente de luz titilante y tenue iluminaba su rostro en un juego extraño de colores. La alarma sonaba y Lucia rápidamente movió los interruptores de un panel aledaño a la computadora, donde cables y tubos de formas y tamaños distintos interconectaban a toda la estación de trabajo, pasando a través de otras computadoras y estaciones de trabajo donde luces de emergencia parpadeaban al unísono. Cuando terminó de mover el último interruptor, toda la estación quedó completamente a obscuras, excepto claro por aquel monitor en el centro de todo el complejo. Podía percibirse un fuerte zumbido como un enjambre de mil abejas, ella sabía que era la energía del núcleo que se había estabilizado, y sin embargo, algo iba mal, muy mal. Su bata blanca y sucia, gafas y un desarreglo personal de días no impedían que en la doctora destacara su atractivo, incluso bajo tales condiciones de estrés podría decirse que su seguridad y determinación en tiempos de crisis, la hacían verse sexy. Mirada penetrante, concentrada; se chupaba los labios al momento en que parecía pasarle una idea por la mente y los dedos se movían con agilidad sobre el teclado y los controles, como si hubiera memorizado una sinfonía completa la cual se toca con botones y contactos, en lugar de teclas y cuerdas. Después, silencio absoluto. Apenas contaba con 32 años de edad, pero su profunda pasión por la ciencia y el deseo de hacer algo grande por la humanidad, desarrollaron en ella una habilidad extraordinaria para aprender y resolver los problemas más complejos jamás planteados con anterioridad, en las áreas de la medicina, física, química, biología y un sinfín de materias más. Fue la mujer más joven del mundo en obtener los premios más prestigiados de todas estas ciencias y contaba con el apoyo financiero de muchas instituciones dedicadas a la investigación. Cualquier problema tiene solución, pensaba, pero nada la tenía preparada para sopesar el pánico que corrió por sus venas al leer en aquel pálido monitor, lo que sin saberlo aun, podía cambiar para siempre la vida de todos los seres vivientes, y no solo de la Tierra.

[Discontinuidad del Campo Temporal detectado…
Detección de la anomalía espacio-temporal en cuadrante desconocido…
Nivel energético espacio-temporal estabilizado…
Estimación a futuro de la discontinuidad: Purificación de las líneas del tiempo]

- Esto no puede estar pasando – Susurró Lucia, lo dijo en un tono tal, que parecía que hablaba sola – ya van 2 veces que ocurre esto en menos de un mes, y cada vez se pone peor.
- Doctora, pero la frecuencia parece irse reduciendo con el tiempo – dijo rápidamente el técnico ayudante – según estas estimaciones, la anomalía parece ir en disminución de frecuencia de aparición y…
- Claro – interrumpió rápidamente – pero que no has visto los resultados del nivel energético del campo temporal de Chronos? Hace unos meses que comenzamos con los experimentos de tele transportación y viajes en el tiempo, los niveles se mantuvieron relativamente estables, sin variaciones importantes; ahora cada vez que se dispara la anomalía, llegamos a niveles críticos.
De continuar así, las variaciones energéticas pueden ser tan grandes que se generaría una paradoja en el flujo natural de la línea temporal según estas predicciones.
- Quiere decir que las líneas del tiempo de todas las posibles realidades cuánticas podrían cruzarse?
- Si – dijo tajantemente Lucia, mientras continuaba inspeccionando los equipos sistemáticamente. Una hoja salió de un panel lateral y ella lo tomó rápidamente - y no solo eso, si no que seriamos incapaces de separar y distinguir cada una de las realidades, podríamos terminar en situaciones inimaginables sin ser capaces de dar marcha atrás, mira.

Ella mostró la hoja de papel a su ayudante como quien sostiene el pergamino de la verdad absoluta de la vida, y no existiese ninguna otra posibilidad fuera de lo que aquellos símbolos y letras denotaban. Como un cardenal sostiene la Biblia frente a un grupo ferviente de creyentes.

- Cada cuadrante describe el comportamiento a corto y largo plazo de las fluctuaciones energéticas que se dan cada vez que activamos la maquina. En la parte de abajo puedes observar que durante el pico máximo de ejecución, que es cuando realizamos una tele transportación en el tiempo o el espacio, las graficas salen casi completamente del rango.
- Probablemente debamos emplear una escala mayor. Hemos tenido antes estos cambios…
- Estamos en la escala mayor ¡! – interrumpió rápidamente – ¿Pero que no te has fijado todavía? Observa la fecha de los picos máximos; simplemente no tiene sentido.

Su asistente la observaba con incredulidad. Ella continuó, explicando con hastío.

- No hacemos pasteles dentro del núcleo, el proceso es mucho más complejo. Hasta hace poco la única forma conocida de viajes espacio-temporales, era a través de singularidades en el espacio profundo y lejano al cual no tenemos acceso, y cada punto de acceso tiene un destino predeterminado, las conexiones ya cuentan con un origen y destino predefinidos al momento de su creación. – Hablaba rápidamente mientras continuaba viendo los resultados impresos y apretando botones aquí y allá – Lo que hacemos es generar dentro del núcleo un universo bebé y crear una singularidad dentro de él, condensando la materia a niveles infinitamente grandes. Esto dobla el espacio circundante generando una conexión en otro punto del tiempo con éste universo…
- Eso lo entiendo, sé la teoría del funcionamiento de la maquina – parecía un poco impaciente por saber a donde quería llegar la doctora - luego para determinar el punto de destino se abre otro universo bebé en el lugar donde se desea ir, correcto?
- Así es, por eso solo podemos enviar gente a otro punto del espacio en donde exista un universo bebé gemelo, o bien, a través del tiempo en el mismo punto del espacio; pero ese no es el punto; la cuestión está en que estamos presenciando efectos secundarios que no habían sido predichos por los modelos de simulación… - hizo una pausa de varios segundos, suspiró acongojada, tenía la mirada perdida y con sonidos casi imperceptibles continuó – y… esto, no tiene sentido alguno.
- Doctora, hemos estado antes en situaciones similares, siempre existen efectos no predichos por la naturaleza misma de los experimentos…

Lucia lo interrumpió, tranquila pero tajantemente, y con toda la calma del mundo, sin mostrar ninguna perturbación en su tono de voz o semblante, dijo “Si, hemos tenido efectos secundarios no predichos en alguna etapa de experimentación, siempre después de la activación de Chronos, pero que no ves que no lo hemos activado en 2 meses… ?!”. Su ayudante palideció al instante, tenia la mirada fija en la doctora, abrió la boca como queriendo decir algo, pero la impresión del momento lo dejó paralizado. Pasaron los segundos y antes de que pudiera articular una palabra, ella finalmente puntualizó.

- Así es, algo externo está causando divergencias temporales, y creo haber encontrado el origen. Solo espero que tengamos tiempo de prevenir la próxima anomalía. Si la tendencia no varía…. – respiraba con dificultad, su pulso acelerado. - … y la anomalía se repite una vez más… se creará una paradoja que podría cambiar todo el universo tal como lo conocemos, y nos queda poco tiempo…

Las luces regresaron a la normalidad, solo había una posible solución y ella lo sabía. Era arriesgado pero había demasiado en juego y no se podía permitir que toda la vida existente sufriera los efectos de una distorsión de éste tipo.

No muy lejos de ahí, se encontraba el, saboreando su dolor, dejando correr las lagrimas que se confundían con la lluvia que le salpicaban el rostro. El nauseabundo olor no importaba, sus heridas en las manos no eran nada comparadas con el dolor que sentía su corazón, la había perdido y el último cabello que yacía en La Habitación era solo un placebo que le permitiría tenerla una última vez para no saber de ella por el resto de la eternidad, que vida es vida si no puedes mirarla a los ojos y poderle decir un te amo, sin poderse fundir en el aire y los átomos del espacio inexistente en un abrazo que detiene el tiempo y toda realidad adyacente deja de existir. Será eso amor? Será posible que una persona que siempre ha racionalizado todo proceder en su vida pueda decir con toda certeza que amó con pasión y locura, a pesar de no haber estado nunca con ella realmente? Que importaba aquello ya, la soledad que ha sido su compañía, seguirá junto a él acompañándolo hasta el final. La ciencia suprema en busca del misterio supremo, la mujer, había fracasado. Ya no tuvo más fuerzas y cayó rendido encima del lodo justo después de terminar de leer lo que estaba impreso en la lapida “… que siempre llevaremos en nuestro corazón y recordaremos por siempre. Te amamos… Lucia”.



Continuación: El Último Suspiro: Acto 2

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